2016-2020
Un experimento tipológico
Como el nombre lo dice, este edificio es un experimento, ¿De qué? De todo. El primer experimento en este caso fue cerrar el edificio sobre sí mismo, osea, que le dé la “espalda” a la ciudad. Lo logramos abriendo un atrio central que proporciona generosa iluminación y ventilación natural a todos los ambientes internos. Con esto logramos alejar al edificio de la ciudad y proteger el espacio de trabajo de su caos, su ruido y su contaminación.
Pensando en la larga historia del Centro Histórico, la fachada diseñada en estilo neoclásico habla bastante sobre la ciudad Por ser un barrio antiguo muchos de sus lotes son inmensamente angostos, algunos llegando a rondar los tres metros de ancho. Es con este desafío que llega nuestro tercer experimento, las torres estructurales. Teniendo en cuenta que para que una estructura rígida sea antisísmica, su planta debe mantener una proporción de sus lados menor a un tercio entre ellos. En el caso de nuestro lote, esta proporción es excedida ampliamente, por eso aprovechando el atrio interno, dividimos la estructura en dos sistemas gemelos, las dos torres de concreto. Estos ejes centrales albergarán las instalaciones, la circulación vertical y las mayores cargas. Esta solución conlleva al último experimento: los amortecedores hidráulicos, una solución antisísmica poco usada en nuestro país. Con el objetivo de reducir el peso de la estructura y así reducir las solicitudes estructurales en caso de sismos, se buscó una solución que incorpore un sistema estructural ligero que permitiese una libre disposición del espacio interno y de una fácil instalación. Estudiando casos como el de la Torre Reforma en Ciudad de México incorporamos esta idea que está alineada con nuestra propuesta de desafiar a la tecnología y a la industria.
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Estos son los otros proyectos realizados por Estudio Lima São Paulo.
